-
¡Viva el SEÑOR! ¡Bendita sea mi Roca! Sea ensalzado el Dios de mi salvación,
-
el Dios que ejecuta mi venganza; sujeta a los pueblos debajo de mí
-
y me libra de mis enemigos. Tú me has enaltecido sobre mis adversarios y me has librado del hombre violento.
-
Por eso te confesaré entre las naciones, oh SEÑOR, y cantaré salmos a tu nombre.
-
Él engrandece las victorias de su rey y muestra misericordia a su ungido: a David y a sus descendientes, para siempre.
Continúa después de la publicidad