-
Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.
-
Tú los quebrantarás con vara de hierro; como a vasija de alfarero los desmenuzarás”.
-
Y ahora, oh reyes, sean sabios; acepten la corrección, oh gobernantes de la tierra.
-
Sirvan al SEÑOR con temor y alégrense con temblor.
-
Besen al hijo, no sea que se enoje y pierdan el camino; pues se enciende de pronto su ira. ¡Bienaventurados todos los que en él se refugian!
Continúa después de la publicidad