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Al músico principal. Sobre Ayélet ha-sájar. Salmo de David. ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?
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Dios mío, clamo de día y no respondes; clamo de noche y no hay sosiego para mí.
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Pero tú eres santo. ¡Tú, que habitas entre las alabanzas de Israel!
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