-
Mi vigor se ha secado como un tiesto, y mi lengua se ha pegado a mi paladar. Me has puesto en el polvo de la muerte.
-
Los perros me han rodeado; me ha cercado una pandilla de malhechores, y horadaron mis manos y mis pies.
-
Puedo contar todos mis huesos; ellos me miran y me observan.
Continúa después de la publicidad