• Salmo 22:2

    Dios mío, clamo de día y no respondes; clamo de noche y no hay sosiego para mí.

  • Salmo 22:3

    Pero tú eres santo. ¡Tú, que habitas entre las alabanzas de Israel!

  • Salmo 22:4

    Nuestros padres esperaron en ti: Esperaron, y tú los libraste.

  • Salmo 22:5

    Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron defraudados.

Continúa después de la publicidad