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Por amor de tu nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad porque es grande.
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¿Qué hombre es el que teme al SEÑOR? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
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Su alma reposará en bienestar, y sus descendientes heredarán la tierra.
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El secreto del SEÑOR es para los que le temen; a ellos hará conocer su pacto.
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Mis ojos están siempre puestos en el SEÑOR porque él sacará mis pies de la red.
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Mírame y ten misericordia de mí porque estoy solitario y afligido.
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Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
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Mira mi aflicción y mis afanes; perdona todos mis pecados.
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Mira cómo se han multiplicado mis enemigos, y con odio violento me aborrecen.
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