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Salmo de David. Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado. Asimismo, he confiado en el SEÑOR; no vacilaré.
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Examíname, oh SEÑOR, y pruébame. Purifica mi conciencia y mi corazón;
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porque tu misericordia está delante de mis ojos, y camino en tu verdad.
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No me he sentado con los hombres falsos ni tengo tratos con los hipócritas.
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Aborrezco la reunión de los malhechores; nunca me he sentado con los impíos.
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