-
No recojas mi alma junto con los pecadores ni mi vida con los hombres sanguinarios,
-
en cuyas manos hay infamia y cuya mano derecha está llena de soborno.
-
Pero yo andaré en mi integridad; redímeme y ten misericordia de mí.
-
Mis pies se han afirmado en suelo llano; en las congregaciones te bendeciré, oh SEÑOR.
Continúa después de la publicidad