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Ahora levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y en su tabernáculo ofreceré sacrificios de júbilo. Cantaré y entonaré salmos al SEÑOR.
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Escucha, oh SEÑOR, mi voz con que clamo a ti. Ten misericordia de mí y respóndeme.
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Mi corazón ha dicho: “Busquen su rostro”. ¡Tu rostro buscaré, oh SEÑOR!
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