Salmo de David compuesto cuando huía de su hijo Absalón. ¡Oh SEÑOR, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos son los que se levantan contra mí.
Muchos dicen acerca de mí: “¡Dios no lo librará!”. Selah
Pero tú, oh SEÑOR, eres escudo alrededor de mí; eres mi gloria y el que levanta mi cabeza. 4 Con mi voz clamé al SEÑOR, y él me respondió desde su santo monte. Selah
Yo me acosté y dormí. Desperté, porque el SEÑOR me sostuvo.
No temeré a las decenas de millares del pueblo que han puesto sitio contra mí.
¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque a todos mis enemigos has golpeado en la mejilla, y has quebrantado los dientes de los impíos.
Del SEÑOR viene la salvación. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! Selah
Salmo 2
Salmo 4
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