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Al músico principal. Salmo de David. En ti, oh SEÑOR, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás. Líbrame en tu justicia.
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Inclina a mí tu oído; líbrame pronto. Sé tú mi roca fuerte, mi fortaleza para salvarme.
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Porque tú eres mi roca y mi fortaleza, por amor de tu nombre me guiarás y me encaminarás.
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Sácame de la red que han escondido para mí porque tú eres mi fortaleza.
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