Explicación, estudio y comentario bíblico de Salmo 31:17-18 verso por verso
Oh SEÑOR, no sea yo avergonzado ya que te he invocado. Sean avergonzados los impíos; desciendan en silencio al Seol.
Enmudezcan los labios mentirosos que hablan insolencias contra el justo con soberbia y desprecio.