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Porque tú eres mi roca y mi fortaleza, por amor de tu nombre me guiarás y me encaminarás.
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Sácame de la red que han escondido para mí porque tú eres mi fortaleza.
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En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad.
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Aborrezco a los que esperan en los ídolos vanos, pero yo en el SEÑOR he confiado.
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