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Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia. Mis ojos, mi alma y mis entrañas se han debilitado por el pesar.
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Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar. Mi fuerza me falla a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han debilitado.
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Para todos mis enemigos he sido objeto de oprobio. He sido objeto de horror para mis vecinos, y de miedo para mis conocidos. Los que me veían huían de mí.
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He sido olvidado en sus corazones como un muerto; he venido a ser como un objeto inútil.
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