-
El rey no es librado por la multitud del ejército; el valiente no escapa por su mucha fuerza.
-
Vano es el caballo para la victoria; a pesar de su gran fuerza no podrá librar.
-
El ojo del SEÑOR está sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia,
-
para librar el alma de ellos de la muerte y para darles vida en tiempos de hambre.
Continúa después de la publicidad