-
Sin embargo, cuando se enfermaron yo me vestí de aflicción. Me afligí a mí mismo con ayuno, y mi oración se volvía a mi seno.
-
Como por mi compañero, como por mi hermano actuaba; como el que hace luto por una madre, enlutado me humillaba.
-
Pero cuando yo tropecé ellos se alegraron y se reunieron. Se reunieron contra mí los calumniadores sin que yo lo supiera. Me despedazaban y no cesaban.
Continúa después de la publicidad