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Oh Señor, ¿hasta cuándo consentirás esto? Rescata de sus destrucciones mi alma; libra mi única vida de los leones.
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Te confesaré en la gran congregación; te alabaré en medio de un pueblo numeroso.
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No se alegren de mí los que sin razón son mis enemigos ni guiñen el ojo los que me aborrecen sin causa.
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