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Oh SEÑOR, hasta los cielos alcanza tu misericordia; y hasta las nubes, tu fidelidad.
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Tu justicia es como las montañas de Dios; y tus juicios, como el gran océano. Oh SEÑOR, que conservas al hombre y al animal,
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¡cuán preciosa es, oh Dios, tu bondad! Por eso los hijos del hombre se refugian bajo la sombra de tus alas.
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