-
El SEÑOR conoce los días de los íntegros, y la heredad de ellos será para siempre.
-
No serán avergonzados en el tiempo malo; en los días de hambre serán saciados.
-
Pero los impíos perecerán, y los enemigos del SEÑOR serán consumidos como el sebo de los carneros; se disiparán como el humo.
Continúa después de la publicidad