• Salmo 37:31

    La ley de su Dios está en su corazón; por eso sus pasos no vacilarán.

  • Salmo 37:32

    El impío acecha al justo y procura matarlo.

  • Salmo 37:33

    El SEÑOR no lo dejará caer en su mano ni dejará que lo condenen cuando sea juzgado.

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