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Al músico principal. Salmo de David. ¡Bienaventurado el que se preocupa del pobre! En el día malo lo librará el SEÑOR.
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El SEÑOR lo guardará y le dará vida para que sea feliz en la tierra. No lo entregará a la voluntad de sus enemigos.
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El SEÑOR lo sustentará en el lecho de dolor. En su enfermedad, tú transformarás su postración.
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Yo dije: “Oh SEÑOR, ten misericordia de mí; sana mi alma porque contra ti he pecado”.
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Mis enemigos hablan mal de mí y preguntan: “¿Cuándo se morirá y perecerá su nombre?”.
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