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Nos has puesto como afrenta ante nuestros vecinos; por burla y ridículo ante los que están a nuestro alrededor.
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Nos has puesto como refrán en medio de las naciones y como objeto de burla en medio de los pueblos.
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Cada día mi confusión está delante de mí, y mi cara se cubre de vergüenza
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por la voz del que injuria y deshonra, por causa del enemigo y del vengativo.
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Todo esto nos ha venido, pero no nos hemos olvidado de ti ni hemos faltado a tu pacto.
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No se ha vuelto atrás nuestro corazón ni tampoco nuestros pasos se han apartado de tu camino,
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para que nos abatas en el lugar de los chacales y nos cubras con densa oscuridad.
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