• Salmo 46:2

    Por eso no temeremos aunque la tierra tiemble, aunque los montes se derrumben en el corazón del mar,

  • Salmo 46:3

    aunque sus aguas rujan y echen espuma, y se estremezcan los montes por su braveza. Selah

  • Salmo 46:4

    Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios; el santuario, morada del Altísimo.

  • Salmo 46:5

    Dios está en medio de ella; no será movida. Dios la ayudará al clarear la mañana.

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