-
Porque, he aquí, los reyes se han aliado; han avanzado juntos.
-
Pero viéndola así, se quedaron atónitos; se turbaron y se dieron prisa a huir.
-
Allí se apoderó de ellos el estremecimiento; tuvieron dolor como de mujer que da a luz.
-
Con el viento del oriente rompes las naves de Tarsis.
-
Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad del SEÑOR de los Ejércitos, la ciudad de nuestro Dios: Dios la afirmará para siempre. Selah
Continúa después de la publicidad