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Al músico principal. Para Nejilot. Salmo de David. Escucha, oh SEÑOR, mis palabras; considera mi suspiro.
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Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
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Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré ante ti y esperaré.
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Porque tú no eres un Dios que se complace en la perversidad; la maldad no habitará junto a ti.
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