-
Pero al impío Dios le dijo: “¿Por qué tienes tú que recitar mis leyes y mencionar mi pacto con tu boca?
-
Tú detestas la instrucción y echas a tus espaldas mis palabras.
-
Si ves a un ladrón, te complaces con él, y tu parte está con los adúlteros.
-
Con maldad das rienda suelta a tu boca, y tu lengua urde engaño.
-
Tomas asiento y hablas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre arrojas infamia.
Continúa después de la publicidad