-
He aquí, Dios es quien me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida.
-
Él hará volver el mal contra mis enemigos. ¡Destrúyelos por tu verdad!
-
Voluntariamente te ofreceré sacrificios. Daré gracias a tu nombre, oh SEÑOR, porque es bueno;
-
porque me has librado de toda angustia. Mis ojos han visto la derrota de mis enemigos.
Continúa después de la publicidad