-
Oh Dios, rompe sus dientes en su boca; quiebra, oh SEÑOR, los colmillos de los leones.
-
Escúrranse como aguas que se pierden; que cuando apunten con sus flechas estas queden despuntadas.
-
Pasen como la babosa que se deshace; y, como un abortivo de mujer, no vean el sol.
-
Antes que sus espinos produzcan espinas, con su ira los arrebatará cual vendaval.
-
El justo se alegrará cuando vea la venganza, y lavará sus pies en la sangre del impío.
-
Entonces dirá el hombre: “Ciertamente el justo tiene frutos; ciertamente hay un Dios que juzga la tierra”.
Continúa después de la publicidad