-
No los mates, para que mi pueblo no se olvide. Hazles andar errantes, por tu poder. Abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro.
-
Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios sean presos; por su soberbia, por la maldición y por la mentira que profieren.
-
Acábalos con furor; acábalos de modo que dejen de existir. Que se sepa que Dios domina en Jacob hasta los confines de la tierra. Selah
-
¡Que vuelvan al anochecer y aúllen como perros! ¡Que rodeen la ciudad!
-
Ellos andan errantes para hallar qué comer; y, al no saciarse, se quejan.
Continúa después de la publicidad