-
Al músico principal. Con Neguinot. Sobre Seminit. Salmo de David. Oh SEÑOR, no me reprendas en tu furor ni me castigues en tu ira.
-
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque desfallezco. Sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están abatidos.
-
También mi alma está muy turbada; y tú, oh SEÑOR, ¿hasta cuándo?
-
Vuelve, oh SEÑOR; libra mi alma. Sálvame por tu misericordia
-
porque en la muerte no hay memoria de ti; ¿quién te alabará en el Seol?
Continúa después de la publicidad