-
Ellos afilan su lengua como espadas, y disponen palabras amargas como flechas
-
para tirarlas a escondidas contra el inocente. De repente tiran contra él, y no temen.
-
Se alientan unos a otros en perverso designio y planean esconder trampas. Dicen: “¿Quién nos ha de ver?”.
Continúa después de la publicidad