-
Escúchame, oh SEÑOR, porque buena es tu misericordia. Mírame conforme a tu inmensa compasión.
-
No escondas tu rostro de tu siervo porque estoy angustiado; apresúrate a escucharme.
-
Acércate a mi alma y redímela; líbrame a causa de mis enemigos.
Continúa después de la publicidad