-
Estoy hundido en el lodo profundo donde no hay suelo firme. He llegado a las profundidades de las aguas, y la corriente me ha arrastrado.
-
Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido. Mis ojos han desfallecido esperando a mi Dios.
-
Los que me aborrecen sin causa se han aumentado; son más que los cabellos de mi cabeza. Se han fortalecido mis enemigos que me destruyen sin razón. ¡He tenido que devolver lo que no había robado!
Continúa después de la publicidad