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Pues el celo por tu casa me ha consumido, y las afrentas de los que te afrentan han caído sobre mí.
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Me afligí a mí mismo con ayuno; también esto me ha servido de afrenta.
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Además, me puse cilicio como vestido y llegué a servirles de refrán.
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Hablaban contra mí los que se sentaban en el tribunal, y los borrachos cantaban canciones contra mí.
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