-
Oh SEÑOR, Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad,
-
si recompensé mal al que estaba en paz conmigo, si despojé sin razón a mi adversario,
-
entonces persiga el enemigo a mi alma, y que la alcance; pise en tierra mi vida, y mi honor eche por tierra. Selah
-
¡Levántate, oh SEÑOR, con tu furor! Álzate contra la ira de mis angustiadores, y despierta, Dios mío, el juicio que has ordenado.
-
Entonces te rodeará la congregación de los pueblos, y hacia ella vuélvete en lo alto.
-
El SEÑOR juzgará a los pueblos; júzgame, oh SEÑOR, de acuerdo con mi justicia y mi integridad.
Continúa después de la publicidad