-
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida y de nuevo me levantarás desde los abismos de la tierra.
-
Aumentarás mi grandeza y me volverás a consolar.
-
Asimismo, oh Dios mío, te alabaré con la lira. Tu verdad cantaré con el arpa, oh Santo de Israel.
-
Mis labios se alegrarán cuando yo te cante salmos; aun mi alma, a la cual has redimido.
-
También mi lengua hablará de tu justicia todo el día porque fueron avergonzados y confundidos los que procuraban mi mal.
Continúa después de la publicidad