-
Porque tú, oh SEÑOR Dios, eres mi esperanza, mi seguridad desde mi juventud.
-
Por ti he sido sustentado desde el vientre; tú eres quien me sacó del seno de mi madre. Siempre será tuya mi alabanza.
-
Para muchos he sido objeto de asombro pero tú eres mi fuerte refugio.
-
Esté llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día.
Continúa después de la publicidad