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Acuérdate de que el enemigo ha injuriado al SEÑOR; un pueblo vil ha blasfemado tu nombre.
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No entregues a las fieras la vida de tu tórtola; no olvides para siempre la congregación de tus pobres.
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Mira el pacto; porque los tenebrosos lugares de la tierra están llenos de moradas de violencia.
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No vuelva avergonzado el oprimido; alaben tu nombre el pobre y el necesitado.
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Levántate, oh Dios; defiende tu causa. Acuérdate de cómo te injuria el vil todo el día.
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No olvides el vocerío de tus enemigos; constantemente sube el tumulto de los que se levantan contra ti.
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