-
Allí quebró las ráfagas del arco, el escudo, la espada y el arma de guerra. Selah
-
¡Esplendoroso eres tú, majestuoso más que las montañas eternas!
-
Los hombres de gran valentía fueron despojados y duermen su sueño; ninguno de los hombres de guerra pudo usar sus manos.
-
A tu reprensión, oh Dios de Jacob, fueron paralizados el carro y el caballo.
Continúa después de la publicidad