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Oh Dios, santo es tu camino. ¿Qué Dios es grande como nuestro Dios?
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Tú eres un Dios que hace maravillas; has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
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Con tu brazo has redimido a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Selah
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Las aguas te vieron, oh Dios; las aguas te vieron y temblaron. Se estremecieron los abismos.
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Los nubarrones vertieron sus aguas, tronaron las nubes, también se desplazaron tus rayos.
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El tronar de tu voz estaba en el torbellino; los relámpagos alumbraron al mundo; la tierra se estremeció y tembló.
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Tu camino estaba en el mar, y tu sendero en las caudalosas aguas. Pero tus huellas nadie las pudo conocer.
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Como a un rebaño has conducido a tu pueblo por medio de Moisés y de Aarón.
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