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¡Bienaventurados los que habitan en tu casa! Continuamente te alabarán. Selah
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¡Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas y en cuyo corazón están tus caminos!
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Cuando pasan por el valle de lágrimas lo convierten en manantial. También la lluvia temprana lo cubre de bendición.
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Irán de poder en poder y verán a Dios en Sion.
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