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Hallé a mi siervo David y lo ungí con mi aceite santo.
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Mi mano estará firme con él; también mi brazo lo fortalecerá.
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No lo doblegará el enemigo; ningún hijo de iniquidad lo quebrantará.
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Pero yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a los que le aborrecen.
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