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Si sus hijos dejan mi ley y no caminan en mis juicios,
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si profanan mis estatutos y no guardan mis mandamientos,
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entonces castigaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades.
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Pero no retiraré de él mi misericordia, ni falsearé mi fidelidad.
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No profanaré mi pacto, ni cambiaré lo que ha salido de mis labios.
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Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David:
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Su descendencia será para siempre; y su trono, delante de mí, como el sol.
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Será como la luna que permanece firme para siempre; un fiel testigo en medio de las nubes”. Selah
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