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‘Para siempre confirmaré tu descendencia y edificaré tu trono por todas las generaciones’”. Selah
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Los cielos celebrarán, oh SEÑOR, tus maravillas; y tu fidelidad, en la congregación de los santos.
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Porque, ¿quién en las nubes se comparará con el SEÑOR? ¿Quién será semejante al SEÑOR entre los hijos de los poderosos?
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Dios es temible en la gran asamblea de los santos; formidable sobre todos cuantos están a su alrededor.
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Oh SEÑOR Dios de los Ejércitos, ¿quién como tú? ¡Poderoso eres, oh SEÑOR! Tu fidelidad te rodea.
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Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; cuando sus olas se levantan tú las sosiegas.
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Tú quebrantaste a Rahab como a un cadáver; con el brazo de tu poder esparciste a tus enemigos.
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Tuyos son los cielos, tuya es también la tierra; el mundo y su plenitud tú los fundaste.
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Al norte y al sur, tú los creaste; el Tabor y el Hermón cantarán a tu nombre.
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Tuyo es el brazo poderoso; fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.
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La justicia y el derecho son el fundamento de tu trono; la misericordia y la verdad van delante de tu rostro.
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¡Bienaventurado el pueblo que conoce el grito de júbilo! Andarán a la luz de tu rostro, oh SEÑOR.
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En tu nombre se alegrarán todo el día, y en tu justicia serán enaltecidos.
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Porque tú eres la gloria de su poder, y por tu buena voluntad exaltarás nuestro poderío.
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¡El SEÑOR es nuestro escudo! ¡Nuestro Rey es el Santo de Israel!
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Antaño hablaste en visión a tus piadosos y les dijiste: “Yo he puesto el socorro sobre un valiente; he enaltecido a uno escogido de mi pueblo.
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Hallé a mi siervo David y lo ungí con mi aceite santo.
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Mi mano estará firme con él; también mi brazo lo fortalecerá.
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No lo doblegará el enemigo; ningún hijo de iniquidad lo quebrantará.
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Pero yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a los que le aborrecen.
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Mi fidelidad y mi misericordia estarán con él; en mi nombre será enaltecido su poderío.
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Asimismo, pondré su mano sobre el mar, y su mano derecha sobre los ríos.
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Él me dirá: ‘Tú eres mi padre; eres mi Dios y la roca de mi salvación’.
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Yo también le pondré por primogénito, más alto que los reyes de la tierra.
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Para siempre le confirmaré mi misericordia, y mi pacto será firme para con él.
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Estableceré su linaje para siempre, y su trono como los días de los cielos.
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Si sus hijos dejan mi ley y no caminan en mis juicios,
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si profanan mis estatutos y no guardan mis mandamientos,
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entonces castigaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades.
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Pero no retiraré de él mi misericordia, ni falsearé mi fidelidad.
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No profanaré mi pacto, ni cambiaré lo que ha salido de mis labios.
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Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David:
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Su descendencia será para siempre; y su trono, delante de mí, como el sol.
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Será como la luna que permanece firme para siempre; un fiel testigo en medio de las nubes”. Selah