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Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias que por tu fidelidad juraste a David?
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Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos, el de muchos pueblos que llevo en mi seno.
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Porque tus enemigos, oh SEÑOR, han deshonrado, han deshonrado los pasos de tu ungido.
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¡Bendito sea el SEÑOR para siempre! Amén y amén.
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