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Canten al SEÑOR, que habita en Sion; cuenten en los pueblos sus hechos.
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Porque el Vengador de la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.
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Ten compasión de mí, oh SEÑOR. Mira la aflicción que me han causado los que me aborrecen; tú, que me levantas de las puertas de la muerte,
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para que cuente todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion y me goce en tu salvación.
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Las naciones se hundieron en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.
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El SEÑOR se dio a conocer por el juicio que hizo; los impíos fueron atrapados en la obra de sus propias manos. Higayón, Selah
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Los impíos serán trasladados al Seol, todas las naciones que se olvidan de Dios.
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Porque el necesitado no será olvidado para siempre ni la esperanza de los pobres perecerá eternamente.
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¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Que no prevalezca el hombre! Sean juzgadas las naciones delante de ti.
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