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El SEÑOR será un alto refugio para el oprimido, un refugio en los tiempos de angustia.
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En ti confiarán los que conocen tu nombre pues tú, oh SEÑOR, no abandonaste a los que te buscaron.
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Canten al SEÑOR, que habita en Sion; cuenten en los pueblos sus hechos.
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Porque el Vengador de la sangre se acordó de ellos; no se olvidó del clamor de los pobres.
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Ten compasión de mí, oh SEÑOR. Mira la aflicción que me han causado los que me aborrecen; tú, que me levantas de las puertas de la muerte,
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