• Salmo 90:3

    Haces que el hombre vuelva al polvo. Dices: “¡Retornen, oh hijos del hombre!”.

  • Salmo 90:4

    Pues mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó. Son como una de las vigilias de la noche.

  • Salmo 90:5

    Los arrasas; son como un sueño: En la mañana son como la hierba que crece;

  • Salmo 90:6

    en la mañana brota y crece, y al atardecer se marchita y se seca.

  • Salmo 90:7

    Porque con tu furor somos consumidos y con tu ira somos turbados.

  • Salmo 90:8

    Has puesto nuestras maldades delante de ti; nuestros secretos están ante la luz de tu rostro.

  • Salmo 90:9

    Pues todos nuestros días pasan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un suspiro.

  • Salmo 90:10

    Los días de nuestra vida son setenta años; y en los más robustos, ochenta años. La mayor parte de ellos es duro trabajo y vanidad; pronto pasan, y volamos.

  • Salmo 90:11

    ¿Quién conoce el poder de tu ira y de tu indignación, como debes ser temido?

  • Salmo 90:12

    Enséñanos a contar nuestros días de tal manera que traigamos al corazón sabiduría.

  • Salmo 90:13

    ¡Vuelve, oh SEÑOR! ¿Hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.

  • Salmo 90:14

    Por la mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

  • Salmo 90:15

    Alégranos conforme a los días de nuestra aflicción y a los años en que hemos visto el mal.

  • Salmo 90:16

    Sea manifestada tu obra a tus siervos y tu esplendor sobre sus hijos.

  • Salmo 90:17

    Sea sobre nosotros la gracia del SEÑOR nuestro Dios. La obra de nuestras manos confirma entre nosotros; sí, confirma la obra de nuestras manos.

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