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Los arrasas; son como un sueño: En la mañana son como la hierba que crece;
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en la mañana brota y crece, y al atardecer se marchita y se seca.
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Porque con tu furor somos consumidos y con tu ira somos turbados.
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Has puesto nuestras maldades delante de ti; nuestros secretos están ante la luz de tu rostro.
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Pues todos nuestros días pasan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un suspiro.
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Los días de nuestra vida son setenta años; y en los más robustos, ochenta años. La mayor parte de ellos es duro trabajo y vanidad; pronto pasan, y volamos.
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