-
Pero tú enaltecerás mi poder como el de un toro salvaje, y sobre mí verterás aceite fresco.
-
Mis ojos mirarán sobre mis enemigos; mis oídos oirán de los malhechores que se levantaron contra mí.
-
El justo florecerá como la palmera; crecerá alto como el cedro en el Líbano.
Continúa después de la publicidad